miércoles, 20 de mayo de 2009

"MACRI NO TIENE AUTORIDAD MORAL"


La entrevista fue en su estudio. Allí prevalecen los colores verde y negro. En las paredes se encuentran colgados los cuadros que acreditan los logros académicos, con las fotos tomadas en distintas canchas de fútbol a las que asistió con sus hijos siguiendo a Nueva Chicago, el club de su barrio, Mataderos.


Lugones, Cuénteme su impresión, como vive ser el abogado de FAVIFA?

Lo vivo como un privilegio. Poder compartir la lucha con un grupo de madres y padres que han podido transformar su dolor en esperanza es más que un privilegio. Un día el fútbol les devolvió a sus hijos muertos y así ingresaron en busca de justicia en un mundo oscuro, mañero, lleno de pactos de silencio e hipocresía, como es el mundo del fútbol y su violencia. No han recibido justicia por sus hijos, pero continúan luchando. Esta vez para que la muerte no golpee la puerta de otras familias y otras madres tengan que recorrer el mismo camino.


En la Ciudad de Buenos Aires, Macri que viene de ser presidente de Boca, puede ayudar a combatir la violencia?

Macri no tiene autoridad moral para encabezar la lucha contra los barras.
Mauricio, es el responsable de la seguridad en la Ciudad de Buenos Aires, la Constitución, le impone este deber. Es una lastima, no por el mandato constitucional, sino porque en materia de violencia en el fútbol no tiene autoridad moral para llevar adelante la tarea.
El Jefe de Gobierno fue durante 12 años, presidente del Club Boca Juniors y convivió con la barrabrava más grande y más violenta del país.
Para nosotros, los dirigentes del fútbol, son los financistas de los barras. Y Macri no fue la excepción.
En 16 meses como Jefe de Gobierno no ha promovido ni una sola medida efectiva, que indique una voluntad política de luchar contra los barras, a los que alguna vez como presidente de Boca cobijo. Ir a la cancha en la Ciudad de Buenos Aires es una aventura violenta. Ninguno de los 18 estadios de fútbol, poseen habilitación definitiva, incluida la cancha de Boca. Si sigue así, casi sin quererlo Mauricio va a tener su propio Cromañon en el fútbol. Macri como nadie, representa la hipocresía de los dirigentes del fútbol.
Macri fue citado varias veces a la Justicia y dijo no conocer a los barras de Boca. Alguien puede creer que Macri no conozca a Rafael Di Zeo? Puede ser, a veces los planetas se alinean y aparecen las coincidencias.
Como ejemplo, Macri no conoce a Di Zeo. Di Zeo tuvo como abogado al Dr. Marcelo Rocchetti. El Dr. Marcelo Rocchetti es el Jefe de Seguridad de la Legislatura que debió presidir Gabriela Michetti. Bingo!!


Se necesitan más leyes o cumplir las que tenemos para enfrentar a los barrabravas?

Las dos cosas. Hace falta cumplir la ley. Aplicar el derecho de admisión. No a medias como lo aplica el SUBSEF, a la manera K y cuando digo a la manera K digo aplicando una doble moral. Por una ventanilla aplican el derecho de admisión y por la otra ventanilla pactan con los barras. Y con los barras no se puede pactar. El estado no puede pactar con los delincuentes.
Pero en esta Ciudad, hacen falta más leyes que ayuden a terminar con este cáncer. Un ejemplo, en la Legislatura, la mayoría del PRO no aprobó ni uno de los proyectos presentados por el Diputado Martín Hourest en un programa llamado “Fútbol en Paz”. Por un lado la política llama a luchar contra la violencia por otro lado no acompña los proyectos para combatirla
La Ciudad debe reclamar su autonomía en esta materia. Tendrá su propia policía, entonces nada puede impedir que tenga su propio órgano de seguridad en el fútbol.
Fiscalías deportivas que actúen con celeridad en los mismos estadios. Registro de Hinchas Violentos, Entradas Nominales e instranferibles. Modificar el código contravencional para permitir sancionar severamente a los dirigentes que omiten recaudos de organización.

Una última pregunta. Muchos no son optimistas, dicen que es imposible enfrentarse a los barras, por su poder político…

No me diga eso, como no se va a poder. Cuando un Presidente de Club sin agallas me dice “Tengo miedo de enfrentarlos, son muy violentos” yo les recuerdo que esa es una excusa para no hacer nada. Si un grupo de madres con un pañuelo blanco en la cabeza como arma, fueron capaces de pelear y enfrentar a la Dictadura de Videla, como no vamos a poder enfrentar a estos delincuentes.

A MODO DE EDITORIAL


Hace poco asistimos en el Congreso al estreno del documental “FUTBOL VIOLENCIA S.A.”, de Pablo Tesorieri. Cuántas sensaciones y cuántos recuerdos tristes al ver imágenes que nos recuerdan las muertes de nuestros hijos.
En ocasiones, me asusta acostumbrarme a ver hechos de violencia todos los días. A veces las madres de FAVIFA nos ponemos a pensar que hacer frente al poder tan grande que enfrentamos. No tenemos nada en nuestras manos, solo la voz para expresar nuestro dolor. A los funcionarios de la seguridad en el fútbol muchas veces le dije “ustedes hoy están y mañana no, pero nosotras vamos a seguir adelante buscando justicia para nuestros hijos”.
Estamos muy decepcionadas con la Justicia y con los funcionarios que no cambian esta realidad. Los dirigentes del fútbol, y especialmente la AFA, miran para otro lado y continúan el negocio sin importarles los cientos de muertos que ha dejado este espectáculo deportivo.
Luchamos porque nuestros hijos no están más, pero también por nuestros hijos que quedan y los hijos de otros. No quiero resignarme, vamos a seguir adelante. Hoy sé que detrás de la muerte de mi hijo Daniel, estaban los grupos de choque del ex intendente de Morón, Juan Carlos Rousselot. Hoy siguen actuando con impunidad, aunque no estén en la Municipalidad porque el intendente Sabatella los sacó a todos. Por eso, cuando se quiere se puede. Lástima que de eso no hay demasiado.
Nunca tuve odios ni rencores. Lo único que quiero es justicia. Y ver al culpable y a sus cómplices en la cárcel. Podría decir que ese es el sentimiento de todos nosotros.
Los familiares de las victimas de la violencia en el fútbol llevamos muchos años de pupilas tristes. Miramos con dolor desde el día del asesinato de nuestros hijos. Miramos como lo hace una madre desgarrada y en pelea. Por eso un día estamos en la puerta de la AFA reclamando, y otro día en la puerta de un Juzgado buscando justicia, y otro día apoyando una ley en la Legislatura que sirva para evitar la muerte del hijo de otra persona. No queremos olvidarnos de las personas honestas que nos acompañan en la lucha. Los periodistas que, a veces en contra de sus propias redacciones, “colan” nuestra información y nuestra voz. Los jueces y fiscales valientes que hacen honor a la Justicia. Los legisladores sensibles que piensan leyes y acompañan nuestras propuestas.
Especialmente gracias a nuestros seres queridos, los que nos esperan en casa al regresar de la lucha, que lloran con nosotros y nos alientan a seguir.
Y a los ángeles que nos acompañan desde el cielo, nuestros hijos.
Liliana García
Presidente FAVIFA

"LA LUCHA CONTRA LA IMPUNIDAD"

Las vidas de Nora Tárraga, Liliana Suárez, Norma Roldán y Daniel Souto tienen algo en común. A todos les sucedió lo mismo. Lo que debería haber sido sólo una tarde fútbol se transformó en interminables años de angustia y desconsuelo. A todos, la barbarie en el fútbol les arrancó un familiar. Hoy, a pesar de ello, no se dejan vencer por el dolor ni por la impunidad y luchan buscando que las causas no queden en el olvido, archivadas en los juzgados de turno.


Christian Leonel Rousoulis habría tenido otro destino si no hubiera cambiado los pasajes a Grecia que tenía para el 4 de diciembre de 1996. Pero prefirió quedarse a pasar las Fiestas con su familia y luego sí embarcarse al Viejo Continente en busca de "mejor suerte". Tenía 25 años. Dos días antes de Navidad decidió ir, por primera vez, a la cancha, a ver Independiente-River. A la salida hubo corridas y el desmadre generalizado hizo que se desencontrara con su amigo. Quería volver a su casa en Villa Dominico cuando, encerrado por los barras en la avenida Mitre y 12 de Octubre, encontró la muerte. "Quedó tirado al lado del Automóvil Club Argentino (ACA), luego de que le pegaron una trompada de atrás y le dieron dos puñaladas en el tórax", contó su madre, Nora Tárraga, quien ya perdió la cuenta de las veces que transitó por los tribunales de Lomas de Zamora.
El pasado 22 de diciembre, a 12 años del hecho, la causa prescribió. Hubo detenidos, declaraciones y careos. "Edgar Daniel Butassi, alias El Diariero ; Rito Ramón Barrios, que declaró quién mató a mi hijo pero después se desdijo, y Luis Ignacio Pereyra, alias Luisito , actual director técnico en las inferiores de River, bajo el ala de Aguilar, eran los líderes de la barra por entonces, pero sólo fueron condenados por daños reiterados y resistencia a la autoridad [por el juez Miguel Carlos Navascues] y nunca cumplieron la sentencia por la lentitud de la Justicia", expresó Nora. Y agregó: "Pero el homicida y las pruebas de quién mató a Christian es como si se hubieran esfumado para la Justicia. La actual división en Los Borrachos del Tablón me da la esperanza de que alguno hable, pero hay muchos intereses y eso puede empantanar aún más la causa".


Al hijo de Liliana Suárez, Daniel Hernán García, lo asesinaron de una puñalada en la aorta; murió desangrado en apenas 30 minutos y sin asistencia médica. Fue el 11 de julio de 1995, en Paysandú, Uruguay, luego de ver el partido en que la Argentina goleó a Chile 4-0 por la Copa América. Para viajar, su madre le firmó una autorización porque Daniel tenía sólo 19 años. Viajó en una combi con hinchas de Platense y Defensores de Belgrano, que tras el partido fueron agredidos con piedras, palos y armas blancas por barras "amigos de Tigre y Morón". Su peregrinar, a puro llanto, al otro lado del Río de la Plata, fue incesante.
Sin temerle a nada ni a nadie, Liliana comenzó una investigación paralela en la que llegó a grabar al entonces senador justicialista Horacio Román, quien declaró que a Daniel lo asesinó "la patota comandada por Máximo Zurita, alias el Gordo Cadena ; Ramón Toledo, alias el Negro Café , y Carlos Salomón, alias Carli ", señalado como presunto agresor. Todos declararon en la causa, pero "pese a las contradicciones y de los videos donde los testigos los reconocen, nunca quedaron imputados". Actualmente, la causa está archivada: "Sin testigos no prospera porque en el fútbol todo se tapa y el Estado jamás se preocupó", apuntó Liliana. Su abogado, Marcelo Parrilli, dio más detalles: "En lo civil, está en la Cámara en lo Contencioso Administrativo, aguardando sentencia, ya que en primera instancia fue rechazada. Pero en lo penal no hay chances de trasladarla a Buenos Aires, porque el hecho fue en Uruguay y la jurisdicción penal no se puede cambiar".


Matías Orlando Cuesta tenía 18 años y trabajaba como repartidor en una pizzería. Ser fana de Atlanta fue su peor pecado: perdió la vida el 18 de marzo de 2006, cuando los Bohemios visitaban a Flandria. Subió a uno de los dos ómnibus que salieron desde la sede con destino a Jáuregui y el colectivo se rompió en Moreno. Matías, junto con un grupo de hinchas, decidió regresar en el ex ferrocarril Sarmiento. En la estación Caballito se toparon con la hinchada de Talleres, de Córdoba, que al salir de la cancha de Ferro los agredió con todo lo que tenía a mano. Una de las piedras le dio en la cabeza a Matías y, tras seis días de agonía en el hospital Penna, falleció. Su madre, Norma Roldán, junto con su abogado Miguel Angel Arado, buscan identificar a la persona que arrojó el proyectil. Su padre, Orlando, estaba sin trabajo y desde hace un año colabora en el cementerio de la Chacarita, a escasos metros del nicho donde descansa su hijo. "Es su forma de estar cerca y no puede dejarlo", señaló Norma. En lo civil, la causa se desarrolla contra el Estado; la policía, que ese día debió tener presencia en la zona, y contra el club cordobés. En la instancia de mediación no prosperó y ahora debe seguir los lentos pasos de la Justicia. Pero la causa que más importa y más duele, la penal, está prácticamente archivada, porque si bien se requirió el informe a la Subsecretaría de Seguridad en los Espectáculos Futbolísticos (Subsef), los elementos de prueba no permitieron determinar la identidad de los autores materiales.
“A nosotros no nos va a devolver nadie a nuestros hijos, pero por lo menos queremos en nombre de ellos que la Justicia se saque la venda de los ojos y castigue a quien tenga que castigar, sea quien sea. Ninguno de nuestros hijos mereció morir de esta manera. Por eso pedimos justicia para todos.”

A Daniel Souto lo asesinaron el 3/12/85 a la salida de un Racing—Banfield en la Bombonera. Los hinchas de la Academia, iban por la calle Olavarría. En la esquina de Irala, fueron emboscados por La Doce. A Daniel le pegaron un tiro en el tórax y otro en el bazo. “Cuando escuche que habían asesinado a mi hijo me quería dar la cabeza contra la pared. Los dirigentes del Fútbol no hicieron nada. Se lo dije a Grondona en la cara: Al Capone al lado suyo es un poroto. Son mafiosos y jamás la AFA hizo algo por evitar la muerte de mi hijo y de los demás hijos. Yo me acuesto con mi hijo y me levanto con mi hijo. Lo peor que le puede pasar a una persona es que le asesinen a su hijo” La causa recayó en el juez Hipólito Saá, primo hermano del Adolfo. Se declaró incompetente. Después la impulsó el procurador Octavio Gauna y la barra desfiló por Tribunales. Pero no pasó nada. Al tiempo detuvieron a un punguista de apellido López, que quedó libre al año. Y en 1995, la causa prescribió y quedó archivada. E impune.
Mientras unos piensan en el campeonato y el efímero festejo de un gol, estos cuatro ejemplos, que no se doblegan ante una adversidad mayúscula, buscan sólo ahogar sus gargantas con un grito de justicia.

"NO EXISTIRIAN BARRABRAVAS SI NO TUVIERAN AMPARO POLITICO"

POR Martín Sabbatella
Intendente de Morón

No existirían barrabravas en el fútbol si no tuvieran amparo del poder político. Esta frase no es una conclusión teórica, es la brutal comprobación a la que arribo luego de haber gobernado el Municipio de Morón, en el conurbano bonaerense, durante diez años. Cuando llegué al cargo de intendente, teníamos muy en claro cuáles eran los primeros pasos que debíamos dar: Crear una estructura anticorrupción para romper las redes delictivas enquistadas en el Estado local.
Y así lo hicimos. Creamos la Oficina Anticorrupción, la Oficina de Libre Acceso a la Información Pública, hicimos públicas la declaración jurada de bienes de todos los funcionarios, impulsamos acuerdos con organizaciones naciones nacionales e internacionales para combatir los hechos delictivos, entre muchas otras medidas. Y así fue como descubrimos lo que antes sospechábamos, una nefasta red de encubrimientos y complicidades entre el poder político y los barrabravas del fútbol.
Los más representativos barrabravas del Club Deportivo Morón eran empleados o ñoquis de la estructura municipal, tenían montados puestos de venta ilegal callejeros e incluso, por ordenanza, se les había entregado una calle pública que fue cerrada al tránsito para convertirla en una peatonal de venta clandestina. Entre las muchas denuncias penales presentadas por mí y mi gobierno contra esa organización, la más insólita es una por amenazas de muerte contra un señor que tras amenazarme dijo ser “el contador de los cuidacoches”. Y efectivamente, es el que ordenaba los dividendos de los barrabravas que se habían repartido las calles de Morón para amedrentar a los automovilistas que estacionaban sus vehículos.
Hoy, hemos limpiado a Morón de esa imagen que nos hizo conocidos como “la capital de la corrupción”. Levantamos la peatonal clandestina, combatimos la venta ilegal y las organizaciones de cuidacoches, fuimos a la justicia cuántas veces fue necesario, no nos amedrentaron ni sus amenazas contra nosotros y nuestras familias ni los frustrados intentos de toma del palacio municipal, con cortes de calles y gomas incendiadas por todo el barrio. Incluso, hemos tenido que enfrentarnos a estructuras sindicales y políticas que peticionaban, públicamente, la reincorporación de delincuentes a los que habíamos sacado de la estructura municipal.
La tarea no fue sencilla. Aún hoy, después de diez años, siguen apareciendo vestigios de estos sectores pretendiendo volver al pasado para retomar sus privilegios.
La convicción política, la firmeza de las acciones y la consolidación del vínculo con la sociedad, son la principal barrera para que ello no ocurra. Es la obligación que tenemos los que creemos en la política como herramienta de transformación social y la razón de ser en nuestra actividad pública.

"LAS VICTIMAS DEBEN PELEAR SOBRE TODO CON LA INDIFERENCIA"


La entrevista fue en Radio Continental. Víctor Hugo Morales, nació en Cardona, Uruguay. Pero es Ciudadano de Buenos Aires. Es sinónimo de rebeldía contra el poder del fútbol. Y no ha sido indiferente a nuestra lucha contra la violencia en el fútbol.

Un grupo de madres que pasan de ser amas de casa a constituir un grupo que lucha contra la violencia en el fútbol….

Yo tengo una gran admiración por la gente que desde el dolor constituye algo positivo para los demás. Me parece extraordinariamente generoso, nada devuelve lo que ellas han perdido y en realidad salen a cuidar a los hijos de los demás con su mensaje y ahí hay una generosidad que uno no puede medir en palabras. Así naturalmente esto lo vivo con mucho respeto y con la vieja indignación y que ahí cosas que son un accidente, ahí hechos que son desgraciados, pero ahí otros que son provocados por las circunstancias y sin entrar a diferenciar en cada caso, muchísimas de las muertes que el fútbol ha tenido pudieron haberse evitado, sino se hubiese registrado tanta complicidad de los dirigentes que están un poco más impotentes, pero también de quienes están por afuera de los clubes y no tienen que padecer lo que significa convivir con los violentos y estoy hablando de la AFA que nunca ha hecho los controles debidos, nunca se ha preocupado como correspondía por el tema de la violencia. Las cambiantes maneras de resolver los pleitos que se presentaban en el fútbol, el desapego a las reglas y a las normas, que ha sido una manera de conducirse de la AFA a cargo de Julio Grondona, todo esto en algún lugar, aunque no sea cada uno de ellos el que haya ido con el puñal o con el revolver asesino, ha tenido algo que ver.
Ha empujado, ha permitido, ha consentido que esto sucediera.

Contra quienes deben pelear las victimas?
Las victimas deben pelear sobre todo con la indiferencia, que es el más poderoso de los antídotos que nos damos a nosotros mismo en muchos órdenes de la vida. Porque son casos que el tiempo se devoro, circunstancias que la gente no recuerda acabadamente, yo mismo tendría dificultades para ser preciso con lo que ellas tienen seguramente registrado minuto por minuto de las vidas de los hijos que se apagaron y en consecuencia esa indiferencia general permite que los dirigentes y los que tendrían que hacer controlar todo, también se aflojen, ya ante cada muerte reaccionan presionados por la opinión pública, pero eso se diluye entre otras noticias, otros padecimientos de la sociedad, las formas de violencia ajenas al fútbol, pero que se parecen a las del fútbol, que son las que más cotidianamente la gente sufre, esa sensación injusta de que la violencia del fútbol la padece el que va al fútbol, en cambio la violencia general de la sociedad la puede padecer cualquier persona no habiendo hecho nada y que parece ser le da una categoría inferior a la victima de la violencia en el fútbol. Todo esto es aprovechado para que haya una indiferencia manifiesta al cabo de poco tiempo, o sea que la lucha renovarla, llevarla adelante, buscar gente que escuche es una situación muy difícil. Los propios medios de comunicación, estamos sensibles cada vez que alguien nos golpea la puerta, por lo menos en nuestro equipo y a ustedes les consta, pero cuantas veces ustedes pueden tener la energía de golpear la puerta, cuantas veces se produce un elemento que sea una novedad, que es de lo que vive el periodismo, cuantas veces se puede reiterar el mismo comentario, uno mismo se da cuenta de que la repetición de palabras, entonces que es lo que estamos esperando, otra muerte, para que con la nueva muerte reaparezcan todas las muertes, es una perversidad sin limites, estamos en un circulo vicioso por el cual nada se puede hacer para evitar las muertes futuras, por la indiferencia que hay con las muertes anteriores. Y las muertes futuras solo sirven para convertirse en una muerte anterior a los cuatro días. Pero hay indiferencia, hay algo en el periodismo que si no vende, si no es inmediata la respuesta, de la opinión pública, no le seduce. Es muy difícil hacer algo porque si, por conciencia, por convicción, así hasta uno pierda solo un oyente. Porque el oyente que escucha fútbol esta esperando que le diga que Palermo es un fenómeno o que Gallardo metió un gol bárbaro y si uno se distrae entre comillas, lo de la violencia, como no paso nada esta vez, no camina entonces tristemente lo que se espera siempre es la siguiente ocasión en que la violencia reaparezca cobrándose una vida, una pierna, un ojo, algo que otra vez nos lleva a la misma cantinela que a mi me da vergüenza cuando participo de eso, por eso con Matías Canillan que es un chico muy valioso que tenemos en nuestro equipo, muy comprometido, muy preocupado por estos temas, líder entre nosotros, porque es un periodista muy sensible, porque es otro tipo de periodista, lo que hacemos es mantenernos en estado de conciencia y de servicio.


Se cobijan en el futbol, barrabravas famosos, dirigentes ricos, clubes pobres….

Yo estimo que la violencia primera de todas, no es la del que la practica en la cancha, hay otro tipo de violencia, el fútbol, todo el mundo sabe, es una gran estafa de unos pocos incluidos medios de comunicación. El fútbol no es una pertenencia para la gente, el club esta en manos de un poder que los supera totalmente, mafioso. Y cuando uno no quiere algo como lo propio, cuando uno se siente afuera destruye, porque cuando hay una manifestación afuera, la gente destruye los teléfonos, porque en algún lugar esa gente esta tan agredida que siente que esos bienes que también son para ellos no le pertenecen. Transpolando al fútbol, los hinchas entienden, que todo ese mejunje, ese enjuague, ese negocio de millones, en algún lugar lo dejan afuera.
A un barrabrava, uno le da buena contención social, responsabilidad social como a cualquier persona que uno le pueda ofrecer una actividad en la cual siente que crece y que algo le pertenece, estoy seguro que su idea y comportamiento mejora. Siendo muy joven fui instructor de derecho en una escuela técnica en Uruguay, tenía algunos alumnos díscolos, intuitivamente porque no estaba muy lejos en edad de ellos, traté de sumarlos al esfuerzo positivo y se convirtieron en gran ayuda. También es cierto que cuando transmitía la B, tome contactos con barras de Racing, que eran de la segunda línea, esos que todavía están en posibilidad de traerlos hacia uno, yo hice el intento de charlar con ellos, pero estaban demasiados poseídos, por la violencia que practicaban, segundo por los dirigentes de los clubes y tercero por los políticos. Se convierte en un modo de vida la barra para ellos. Un modo de vida que además se compadece con el modo de vida que ellos eligen para vivir. De ocio, de no trabajar, de ganar dinero de arriba, de vivir el machismo, que es otro de los daños que tenemos. Es un cóctel impresionante.

El único alivio, dijo Victor Hugo- a veces es que el tiempo pase, pero para una madre que perdió su hijo, ni el tiempo pasando es un alivio.