lunes, 28 de septiembre de 2009

LA VIOLENCIA DESDE EL DOLOR DE LAS VICTIMAS

Una lucha desigual. Lugones asegura que las víctimas de la violencia en el fútbol deben pelear contra el poder político y contra la indiferencia de la sociedad

En el 2004 Juan Manuel Lugones denunció públicamente que barrabravas de River trabajaban en el Ministerio del Interior, más precisamente en el Registro Nacional de las Personas (Re.Na.Per.).
La denuncia, presentada en distintos medios y ante el Juzgado a cargo del Dr. Mariano Bergés –que por entonces llevaba adelante una causa que investigaba a la barra de River, Boca, Chacarita y Chicago- señalaba además que esos barras actuaban como “disciplinadores” de otros trabajadores del Re.Na.Per y que el entonces Ministro del Interior Aníbal Fernández, no solamente sabía que trabajaban allí, sino que no había hecho nada para impedirlo e incluso ejercía presión a la prensa para que la información no trascendiese. El ministro (responsable además de la seguridad en el fútbol) le inició entonces una querella al denunciante por sentirse injuriado.
De esta forma, Lugones reabrió el tema de las complicidades entre las barras bravas y el poder político, que parece ser el germen que mantiene a la violencia como el karma inevitable del fútbol argentino. “La violencia en el fútbol resulta tan difícil de erradicar, porque existe una fuerte cadena de complicidades entre la policía y los dirigentes de los clubes para sostener a los barras, pero eso si, cuando surge una tragedia, instintivamente les sueltan la mano. Esa asociación ilícita esta amparada además por el poder político, que es funcional a todo este sistema”, sintetiza sin medias tintas Lugones, en diálogo con Cosas de Barrio.
Este abogado y vecino de Mataderos (ex editor de la revista El Reporter), patrocina desde su creación en 2005 a la Asociación de familiares de víctimas de la violencia en el fútbol (FAVIFA), que preside Liliana García (madre de Daniel García, asesinado durante la Copa América 95’ en Paysandú, Uruguay). “Esta entidad es única en el mundo y nació desde el dolor de esta gente, con el objetivo de terminar con la violencia en los espectáculos futbolísticos”, explica. - ¿Qué parte le cabe a los dirigentes en esta encrucijada? La más importante. Salvo excepciones que confirman la regla, los dirigentes roban en los clubes y los barras son sus cómplices. La lógica es: el barra ve que el dirigente roba pero se calla la boca porque se queda con una parte. Los clubes han sido saqueados por los dirigentes y una parte se la llevaron los barras. Para que tengas una idea, el costo de una barra es como si el club tuviera tres jugadores de primer nivel que están bancando permanentemente. No le pagan a Utedyc (Unión de Trabajadores de Entidades Deportivas y Civiles), a los empleados ni a los jugadores, pero la barra está al día. - ¿Y la política? ¿Qué papel juega? El fútbol y la política son la misma cosa. Fijate que Marcelo Rocchetti que es el abogado de Rafael Di Zeo y Alan Schlenker, es además el Jefe de Seguridad de la Legislatura de la Ciudad. Tal vez el caso más emblemático sea el de Huracán, un club concursado al que la Legislatura le ha condonado el pago del ABL, le declaró la cancha de Interés Histórico y le cedió el terreno de La Quemita. Sin embargo, la barra de Huracán está dividida en tres facciones y ya lleva matadas dos personas, después del partido con Arsenal, el 21 de junio pasado. Otro caso es el Barracas Central, que está presidido por el Chiqui Tapia, que es el yerno de Hugo Moyano y Director del CEAMSE. Ese club también está exento de pagar el ABL. Por eso el Estado colabora para que ocurran esas cosas. Sabe quienes son los que generan violencia pero no va a buscar a los barras. Por otra parte, la Ciudad no afianza los planes sociales, pero le perdona la deuda a Huracán y a Barracas Central. - ¿Cómo evaluás la reciente intervención del Estado en el negocio del fútbol? Los dirigentes no pueden ser gratuitamente salvados por el Estado, porque ellos despilfarraron el patrimonio de sus clubes. Los clubes le deben 300 millones de pesos en blanco a la AFIP. Por lo menos debería pedirle una contraprestación. La AFA debería haber llamado a una licitación. - ¿Qué repercusión tiene el trabajo de FAVIFA en la AFA y en TyC? Te diría que nulo. TyC y la AFA le hicieron mal al fútbol, a nosotros nos ignoraron siempre. Jamás el fútbol paró o se apiadó por los muertos en las canchas. Los periodistas de TyC nunca se involucraron ni estuvieron al lado de las víctimas de la violencia. Luego de varios años de trabajar en el tema, Lugones conoce a la perfección la forma en que se mueven los barrabravas. “Los barras no van a la cancha si no les pagan –puntualiza- sin embargo ya ganaron la batalla cultural, al hacerle creer a los demás hinchas que ellos son incondicionales y que siguen al equipo a todos lados. Claro que van, pero van pagos, pero además no pagan ni el micro, ni la entrada, ni la Coca, al contrario, venden entradas antes de los partidos”. -
Y en ese submundo ¿cómo aparece la violencia? Antes una barra se peleaba con otra para sacarle la bandera, pero desde hace un tiempo las distintas facciones de una barra se pelean entre ellas. Se lucha por el botín. Por eso las barras de Boca y Huracán están divididas en tres y otras tantas en dos. Las barras manejan las concesiones de las hamburguesas y las gaseosas en las canchas, pero también las entradas y, en algunos casos, hasta el turismo extranjero que quiere visitar un estadio. Además, casi todos tienen carnet de socios otorgados por la Comisión Directiva. - ¿Qué papel desempeña la justicia en este conglomerado de complicidades? Depende, no es lo mismo atacar a la barra de Boca que a la de Platense. Cuando la justicia tiene que tocar a River o a Boca le tiembla el pulso. Los jueces y los fiscales no se le animan. - Con este marco, pensar en terminar con la violencia en el fútbol parece una utopía... La solución sería que aparezca una nueva generación de dirigentes de la política y del fútbol, integrada por gente valiente que se dedique a terminar de raíz con los barras. Hoy el dirigente es muy hipócrita, nunca ve nada, nunca sabe nada.
Muchos dicen estar paralizados por el temor... Sí, dicen que no actúan porque los aprietan y tienen miedo. Yo me pregunto ¿qué deberían haber hecho entonces las Madres de Plaza de Mayo que se enfrentaron con sus pañuelos blancos a la dictadura de Videla?




Nota publicada en el periodico "Cosas de Barrio" edición de setiembre de 2009. http://www.cosasdebarrio.com.ar/

viernes, 4 de septiembre de 2009

PARA CONTROLAR A LA POLICIA DE MACRI


Esta semana el Diputado Martin Hourest, presentó un proyecto de ley en la Legislatura de la CABA, que apoyamos, para establecer controles ciudadanos en la Policía Metropolitana de Macri. Ustedes dirán ¿Qué tiene que ver la nueva Policía de la Ciudad de Buenos Aires, con la violencia en el fútbol?
Mucho. Demasiado. Tenemos que evitar que la nueva Policía tenga las mañas y el gatillo fácil que le conocemos a la Federal y a la bonaerense. Todavía la Federal, le debe a la sociedad del fútbol algunas explicaciones: 1) Fernando Blanco, el pibe de Defensores de Belgrano, que murió luego de asistir en la cancha de Huracán al Partido Defensores-Chacarita. Eses día la PFA hizo lo que se conoce como el "tubo chino" que es hacer salir a los hinchas entre dos filas de Policías mientras te pegan con los palos. 2) Nunca estuvo claro como murió Marcelo Cejas el hincha de Tigre, frente a la cancha de Chicago y la participación de la Policía. 3) La zona liberada en la cancha de Velez, cuando se mataron en la tribuna dos facciones de la barra de River 4) Los incidentes en el Mc. Donalds de la Boca, que se llevó puesto al "Uruguayo Richard", que después denunció que la PFA de la Boca le facilita a la 12 el ingreso de las armas. 5) La banda mixta de barras de Vélez y policías de la 44 que realizaban secuestros virtuales. 6) Como la Policía acompaña a cada barra hasta la cancha y los regresa a sus guaridas, pero cuando se producen incidentes no están.
Es por eso, que apoyamos esta iniciativa que propone una oficina anticorrupción de la policía, foros vecinales comunales para controlarlos y un control legislativo de la cana.
Que la Policía Metropolitana de Macri sea otra cosa y no un lugar desde donde se banquen a los barras, tal como Macri banco durante doce años a una.

Juan Manuel Lugones