martes, 25 de agosto de 2009

EN EL PAIS MAS INJUSTO LA AYUDA MAS INJUSTA

ACERCA DEL ACUERDO DEL GOBIERNO DE KIRCHNER Y LA AFA DE GRONDONA
El 20 de julio de 2007 a la salida de la AFA un periodista le preguntó a Grondona si conocía los barrabravas y este con la misma cara de hoy dijo: “Yo no voy a la cancha y los conozco” y ante la pregunta si era posible que el fútbol se suspenda "no es cuestión de suspenderlo por cualquier cosa. No se olviden que es una industria en la que trabaja mucha gente".Para el presidente de la AFA, “cualquier cosa” como la muerte de personas por el fútbol no es motivo suficiente para suspender el negocio de la pelota.
Los muertos del fútbol acompañaron la evolución de un país que se volvió más injusto.La década del 90 trajo la explosión de los muertos en el fútbol y el comienzo del millonario negocio del fútbol televisado.En el camino quedaron cientos de muertos en ocasión del fútbol y de la violencia de los barrasJamás el negocio del fútbol se apiadó del dolor de los familiares de las victimas. La TV oficial del fútbol y sus periodistas felpudos, eludieron y gambetearon cualquier mención a la violencia y a la falta de respuesta de los organismos de seguridad.Fueron funcionales a las barras y a los violentos.

Para muestra bastan dos botones. Un programa vergonzoso, “El aguante” que constituyó un espacio para que las hinchadas discriminen por TV y le mojen la oreja a las hinchadas rivales, exacerbando lo peor de cada una.Otro botón de la muestra, Javier Castrilli, un Subsecretario de Seguridad en Espectáculos Futbolísticos, cobrando en la ventanilla del Estado y cobrando en la ventanilla de Torneos y Competencias como columnista.

Por eso no es de extrañar, que la empresa periodística que más se ha beneficiado con el negocio del fútbol, haya sido indiferente a cualquier noticia o iniciativa vinculada con la violencia en el futbol o a la lucha contra los barrabravas.

Celebramos el final del “saqueo” a los clubes, que al final del camino deja ferreteros ricos, dirigentes del futbol ricos y clubes pobres.

Pero en el 2009, en este modelo de país, más injusto aún que el de los años 90, con más pobres e indigentes que cuando nació la estafa de la televisación del fútbol, creemos que este auxilio del estado a los clubes de fútbol, será la ayuda más injusta.Es un despilfarro desviar recursos de los pobres, que no acceden a los servicios básicos como la educación, la salud, la justicia y la seguridad, para que los dirigentes de los clubes aseguren la continuidad de la fiesta.
Los clubes han transferido millones de pesos de su patrimonio a los barrabravas. Esta nueva generación de barras, que son empresarios de la violencia, que andan en camionetas 4x4 y crecieron a la sombra de dirigentes ricos que presiden clubes pobres, son el resultado del despilfarro y del “todo pasa” de Grondona.Estos barras “de la abundancia” no solo matan, sino que participan de los negocios de los clubes. No solo participan de la transferencia de jugadores sino que también explotan las venta de "servicios" dentro de los estadios. Si hay un grupo que tiene problema para el cobro son los barrabravas. Los clubes cumplen con ellos y cobran y están al día.
En este marco, la ayuda del estado a los clubes de fútbol es la ayuda más injusta y la más inmoral.
Juan Manuel Lugones